LO ÚLTIMO EN MATERIA DE ACTIVISMO
Los
Yes Men son un puñado de contestatarios que de la mano de la ironía
critican las actuales políticas globales. Antes de ofrecer muertos para
producir combustibles, propusieron crear hamburguesas reutilizables,
para los países que sufren hambruna.
Alexandre Piquard
Por
primera vez, su impostura provocó una reacción caliente. Dos activistas
de los Yes Men, se hicieron expulsar de una gran conferencia sobre
energía el 14 de junio, mientras terminaban de presentar una solución
original al calentamiento climático: la transformación de cadáveres en
lámparas. Responsables de la Exposición del Gas y el Petróleo,
organizada en Calgary, Canadá, interrumpieron a los dos falsos
representantes de la industria petrolera mientras distribuían a los
profesionales presentes antorchas fabricadas según ellos a partir de
los despojos de un voluntario, ex empleado de ExxonMobil.
Los Yes
Men no acostumbran despertar la conciencia de sus auditorios y
víctimas. En una ocasión, su público se rebeló cuando explicaban que la
Organización Mundial de Comercio (OMC) y McDonald’s se habían asociado
para producir hamburguesas “reciclables” que los pobres africanos
podrían consumir y luego volver a consumir… pero esta falsa
presentación tuvo lugar ante estudiantes de una universidad
estadounidense, no ante profesionales.
Repudiados, los Yes Men
decidieron reorientar su lógica: la siguiente vez, invitados a una
conferencia de contadores en Australia, habían anunciado la disolución
de la OMC y su refundación sobre la base de la declaración universal de
los derechos humanos. Un enfoque interesante, que han reutilizado poco
con posterioridad.
Pero la superchería de Calgary fue descubierta
y la noticia comenzó a expandirse, mientras los Yes Men publican
irónicos comunicados de prensa en el sitio Internet de Vivoleum. Este
último es el falso programa de investigación inventado por estos
protestatarios, acostumbrados a hacerse invitar a conferencias gracias
a sitios fácticos de Internet, que imitan por ejemplo al de la OMC.
Ahora,
en Calgary, y como es su costumbre, una vez en el escenario los dos
cómplices expusieron una teoría que caricaturiza al liberalismo para
criticarlo, con el apoyo de documentos en Powerpoint y videos: la
política energética de Estados Unidos, al favorecer el calentamiento
climático, causará millones de muertos, pero la industria tiene un
“plan B”, explicó en la conferencia Andy Bichlbaum, quien se hacía
pasar por un directivo del Nacional Petroleum Council (NPC) que
representa al sector. Prosiguió diciendo que para evitar ese “embrollo”
y reemplazar al petróleo llamado a desaparecer, ExxonMobil y el NPC han
lanzado la tecnología Vivoleum, que permite transformar la carne humana
en sucedáneo petrolero. Los auditores le creyeron hasta que se les
proyectó la imagen de un testimonio de un falso empleado de ExxonMobil
que anunciaba su deseo de ser transformado en Vivoleum tras su muerte.
A pesar de la intervención de la policía, los Yes Men sólo encajaron
una multa pequeña: 247 dólares canadienses. A cambio, se dieron una
tribuna para denunciar lo que llaman la “sucia” política energética del
gobierno de Bush y sus proyectos de extracción petrolera en Canadá.
©Le Monde
The New York Times Syndicate