Diez preguntas para THE YES MEN De la suplantación como una de las bellas artes No todos los altermundistas son iguales. Hay unos más payasos que otros. Así lo demuestra The Yes Men, un pequeño colectivo de origen estadunidense. Andy Bichlbaum y Mike Bonanno, dos de sus integrantes, van por el mundo haciéndose pasar por recalcitrantes neoliberales. Cuestionamos a uno de ellos. Por Gerardo Lammers

¿Y si David cambia la honda y la piedra por la suplantación y la sátira en su misión contra el gigante? La pregunta viene al caso si hablamos de The Yes Men, colectivo que denuncia los estragos de la globalización mediante sitios apócrifos de internet y escenificaciones hilarantes.

A pesar de ser una organización pequeña, que en sus inicios no contaba con más de seis integrantes, el impacto mediático que han logrado estos clowns del altermundismo ha sido tal, que más de alguna poderosa corporación y más de algún gobierno del llamado Primer Mundo hacen muecas de disgusto al escuchar los nombres de los estadunidenses Andy Bichlbaum o Mike Bonanno, dos activistas clasemedieros y semiempleados, únicos integrantes conocidos del colectivo hasta el momento. Tienen un objetivo muy sencillo: denunciar el daño que el neoliberalismo ha causado a nivel mundial, y evidenciar el cinismo de sus impulsores y defensores.

The Yes Men saltó a las páginas de los principales diarios del mundo a fines del año pasado, gracias a una nota difundida por la BBC de Londres, en el 20 aniversario de la tragedia de Bhopal, en India, en la que cientos de personas murieron intoxicadas por gases venenosos que la empresa Union Carbide dejó escapar. Aprovechando una confusión en la cadena inglesa, Bichlbaum se hizo pasar como vocero de la empresa Dow (que hace unos años absorbió a Union Carbide) y anunció en una entrevista televisiva que la empresa reconocía su responsabilidad en la tragedia y se comprometía a otorgarles una compensación económica a los deudos de las víctimas. Para cuando los verdaderos voceros de Dow desmintieron la información, ya era tarde. El objetivo de The Yes Men se había logrado: que el escándalo trascendiera fronteras. Así, los medios estadunidenses tuvieron que recordarle a su auditorio lo que sucedió en Bhopal aquel 3 de diciembre de 1984.

Finalmente, éste es el centro de su estrategia: realizan algo que llaman rectificación de identidad, que consiste en usurpar una identidad ajena y pronunciar discursos disparatados en congresos internacionales y entrevistas. Con ello llevan al extremo del delirio el discurso neoliberal, y terminar por hacer clara su lógica.

En Salzburgo, Austria, durante un conferencia internacional de abogados, propusieron una solución a la democracia: vender votos al mejor postor. Viajaron después a Tampere, Finlandia, donde Bichlbaum presentó un estrambótico traje equipado con un falo gigante que vigila a los empleados a través de una pantalla instalada en la punta. Más tarde, en la Universidad de Plattsburg, Estados Unidos, dieron a conocer su propuesta para acabar con el hambre en el mundo: hamburguesas reciclables para pobres. Y en una conferencia llevada a cabo en Sydney, Australia, dejaron de lado la ironía: propusieron refundar la OMC para que esta vez se dedicara a los pobres y al medio ambiente, en lugar de ayudar a las corporaciones.

A pesar de la rabia y desconcierto que han creado entre las organizaciones que han sido blanco de sus ataques, los resultados no han sido graves. La OMC, por ejemplo, los acusó de crear confusión y de dañar su imagen, lo que les dio publicidad y les granjeó simpatías de altermundistas y periodistas, e hizo quedar a la organización en ridículo. Se mueven en los resquicios de la legalidad: han llegado con invitación a todos los lugares en los que se han presentado, y si sus anfitriones se han confundido al visitar su página de internet, no es, finalmente, responsabilidad de The Yes Men.

La compilación de todos sus numeritos ha servido para editar un libro y filmar una película (The Yes Men). Y aunque la película aún no cuenta con distribuidor en México, el libro será editado en breve por la editorial española El Viejo Topo. Presentamos a continuación el cuestionario que Wow le envió a la organización altermundista, respondido por Bichlbaum.

Nuestra más reciente intervención fue esta: http://theyesmen.org/risk/
(Nota de la redacción en alusión al link anterior: "¿Cuántos muertos son aceptables cuando se logran grandes beneficios?", fue el tema a tratar en la conferencia que The Yes Men impartió en el marco de una convención de banqueros en Londres. Una sátira que ilustra los peligros de que el comportamiento de las corporaciones esté supeditado exclusivamente a las leyes de mercado. Se auxiliaron para su presentación con un esqueleto dorado al que llamaron Gilda.)

Dos. Denos una buena razón para formar parte del movimiento antiglobalización. Podría ser incluso que algunos lectores de WOW quieran ser parte también de The Yes Men.
Bueno, existe por supuesto este argumento: http://www.phrases.org.uk/bulletin_board/10/messages/799.html (N. de la r.: el link arriba mencionado alude a la idea de que si no eres parte de la solución, entonces eres parte del problema). Pero la verdadera razón es que es muy divertido. Tú tienes un gran problema (la acción avasalladora de las corporaciones en aspectos esenciales de nuestras vidas), y tienes que encontrar una manera de resolver el problema: justo el tipo de retos que aman los jóvenes.

Tres. ¿Cuál de sus performances consideran como el más poderoso, en términos del impacto que han logrado?
http://theyesmen.org/hijinks/dow/bhopal2004.shtml (N. de la r.: la falsa entrevista con la BBC en relación a la tragedia de Bhopal, India).

Cuatro. Como organización, ustedes han actuado en diferentes países como Austria, Finlandia o Australia, pero, ¿por qué no en México o en algún otro país de Latinoamérica? ¿Es porque no han sido invitados o es que tienen problemas con su español?
Es por ambos motivos. Sólo vamos a donde nos invitan, pues somos muy refinados (en español, en el original).

Ése sería Mike (Bonano) -él es el maestro: Video, activismo, toda clase de cosas-. Yo vivo con casi nada y no le doy mucha importancia a los obstáculos. Lo que hacemos no cuesta mucho. Con frecuencia nos pagan incluso los viajes.

Seis. ¿Sigue siendo el subcomandante Marcos un héroe para ustedes? ¿Qué piensan sobre el desarrollo del movimiento zapatista?
Sí, claro que es un héroe.

Siete. Háblenos sobre el crecimiento de su organización. ¿Es verdad que existen decenas de personas que ya forman parte de The Yes Men?
Es cierto. Sin embargo, seguimos siendo una organización muy pequeña.

Ocho. Ustedes no se parecen a muchos otros altermundistas. En cierto sentido, son una especie de payasos. ¿Por qué el humor es tan importante para ustedes?
Es una manera de atraer a los medios -los periodistas no escriben sobre cosas importantes sólo porque son importantes, sino que estos asuntos tienen que tener actualidad o por lo menos ser graciosos-. Cuando nosotros no podemos hacer algo de actualidad, buscamos la diversión.

Nueve. Como ustedes han advertido en algunas de sus presentaciones, el humor tiene sus riesgos, especialmente cuando la gente no quiere ver la sátira, por ejemplo. ¿Qué otras alternativas tienen además del humor?
No hay riesgos con nuestro humor. El hecho de que nuestras audiencias inmediatas no entienda la broma, significa solamente que ellos nunca entienden la broma -así sea la Organización Mundial del Comercio la que la diga, o Dow, o el que sea-. Eso está mal, y por eso consideramos que nuestro público real es alguien más.

Diez. Tal parece que la fiebre anti George W. Bush ha disminuido considerablemente en el mundo desde que ganó la elección en contra de Kerry. ¿Qué pueden decirnos sobre el gobierno de Bush? ¿Preparan pronto alguna otra sorpresa para él?
Ambos (Bonanno y yo) estamos viviendo en Europa. El mundo es el que está preparando una sorpresa para él, pronto.